El aporte de probióticos de calidad tiene como objetivo reequilibrar su microbiota, un ecosistema esencial a menudo llamado el "segundo cerebro". Los beneficios concretos para su bienestar incluyen:
- Mejora del confort digestivo: ayuda a regular el tránsito y a disminuir significativamente la sensación de hinchazón y las molestias abdominales.El 93% de nuestros clientes experimentó una disminución de la hinchazón.
- Soporte del sistema inmunitario: una microbiota sana es la primera línea de defensa del organismo. Nuestros probióticos contribuyen a reforzar sus defensas naturales.El 74% de nuestros clientes sintió una mejora en su sistema inmunitario.
- Mejor asimilación de los nutrientes: al favorecer un entorno intestinal sano, los probióticos ayudan a su cuerpo a absorber mejor las vitaminas y minerales de su alimentación.
- Acción sinérgica completa: Pure Bio² combina 6 cepas de probióticos (Lactobacillus y Bifidobacterium) con prebióticos (Inulina y FOS) para nutrir y reforzar las bacterias beneficiosas.
Un desequilibrio de la flora intestinal, o "disbiosis", puede manifestarse de varias maneras. Pure Bio² está diseñado para acompañarle si experimenta:
- Trastornos digestivos recurrentes: tránsito irregular (acelerado o lento), dolores y calambres, digestión difícil.
- Sensibilidad a las infecciones: sensación de defensas inmunitarias debilitadas, trastornos ORL o urinarios recurrentes.
- Las consecuencias de un modo de vida intenso: estrés, falta de sueño, contaminación o alimentación desequilibrada que agreden a su flora.
- Tras un tratamiento con antibióticos: los antibióticos pueden alterar la flora intestinal; se recomienda entonces una tanda de probióticos para ayudar a restaurarla.
Pure Bio² se dirige a todas las personas que deseen cuidar de su salud intestinal y de su bienestar general:
- Las personas que sufren molestias digestivas (hinchazón, tránsito alterado).
- Los deportistas: dado que el esfuerzo intenso puede alterar el equilibrio intestinal, un aporte de probióticos ayuda a dar soporte al sistema digestivo.
- Las personas estresadas o fatigadas cuyo modo de vida impacta directamente en la salud de la microbiota.
- Cualquier persona que desee cuidar su salud de manera preventiva o después de una tanda de antibióticos.
¿Por qué cuidar la microbiota?
Considerada un órgano en sí misma, la microbiota pesa casi 1,5 kg y juega un papel fundamental mucho más allá de la digestión. Cuidarla es primordial porque:
- Está en el centro de su inmunidad: una microbiota equilibrada es indispensable para unas defensas naturales eficaces.
- Influye en su bienestar general: la comunicación entre el intestino y el cerebro es constante. Un desequilibrio puede afectar al humor y a la energía.
- Es esencial para la nutrición: finaliza la digestión y participa en la síntesis de vitaminas vitales.
Para garantizar la máxima eficacia, Pure Bio² utiliza cápsulas gastrorresistentes (DR Caps®). Esta tecnología protege las cepas probióticas de la acidez del estómago, asegurando su liberación específica e intacta directamente en el sistema digestivo, donde son útiles.
Microflora intestinal
La microflora constituye el conjunto de microorganismos vivos en nuestro tubo digestivo. Está compuesto por bacterias, levaduras y hongos.
Históricamente llamada “flora intestinal”, la microbiota es la mayor superficie de intercambio de nuestro cuerpo con el exterior, por delante de la piel.
Algunas cifras clave:
- Entre 200 y 1 000 especies bacterianas diferentes
- Hasta 100 billones de bacterias
- Un peso estimado de 1,5 kg
Cuando las bacterias que componen nuestra microflora cohabitan con nuestro organismo, se habla de simbiosis.
Un desequilibrio de las poblaciones de bacterias genera disfunciones que pueden estar implicadas en la aparición de diferentes patologías.
Por lo tanto, es esencial mantener este ecosistema intestinal, mediante una alimentación sana y variada o con un aporte de cepas probióticas específicas, ya que cada probiótico tiene un papel que desempeñar.
La microbiota, un equilibrio frágil sujeto a perturbadores
El cuerpo humano y la microbiota están normalmente en relación de simbiosis. Pero las perturbaciones de uno de los dos pueden repercutir en el otro y desequilibrar el conjunto.
Después de haberse formado en nuestros primeros años de vida, nuestra microbiota se estabiliza en la edad adulta. Este “órgano” está influenciado especialmente por el entorno y los alimentos, que son susceptibles de romper su estado de simbiosis: se habla entonces de disbiosis. Las siguientes perturbaciones externas pueden alterar estos microorganismos intestinales:
- Deporte intensivo: aunque una actividad física moderada limita el riesgo de infección, la práctica intensiva degrada el ecosistema microbiano.
- Estrés y falta de sueño: aunque un estrés ocasional puede ser beneficioso para superar límites, el estrés y la fatiga diarios alteran la microbiota.
- Gastroenteritis: esta infección digestiva agrede a la microbiota.
- Antibióticos: los antibióticos de amplio espectro atacan a un gran número de bacterias, lo que puede desequilibrar la microbiota. Estos tratamientos pueden provocar disbiosis que pueden manifestarse con diarreas importantes.
- Contaminación, tabaco, alcohol y comida basura. Varios estudios sugieren que edulcorantes artificiales como el aspartamo o la sucralosa alteran la flora intestinal.
El deporte intensivo degrada su microbiota
Aunque una actividad física moderada limita el riesgo de infección, por el contrario, una práctica intensiva degrada la flora intestinal. El deporte intensivo genera una falta de aporte de O2 (hipoxia o isquemia) hacia el intestino, ya que los flujos sanguíneos se redirigen mayoritariamente hacia los músculos, el cerebro y el corazón.
Al detener el esfuerzo, el intestino se reperfunde: se habla de «isquemia-reperfusión». Este flujo sanguíneo provoca una oxigenación brusca e importante a nivel del intestino, conllevando una producción aumentada de radicales libres, origen de un estrés oxidativo.
La hipoperfusión intestinal y el estrés oxidativo provocan a la vez una agresión a las células intestinales y un aumento de la permeabilidad intestinal. Esta permeabilidad intestinal favorece el paso de moléculas no deseadas a la sangre.
Cuide de nuestra microbiota
1. Cuide su estilo de vida
- Muévase más durante el día, muévase de forma respetuosa con su cuerpo y practique una actividad deportiva equilibrada.
- Tome el aire, tómese tiempo para respirar.
- Tómese tiempo para dormir y descansar.
- Tómese tiempo para comer y masticar los alimentos.
2. Cuide sus hábitos alimentarios
Los alimentos que consume juegan un papel importante en la composición de la microbiota.
Las fibras procedentes de verduras y alimentos naturales ayudan a mantener una microbiota sana. La dieta cretense, también conocida más ampliamente como alimentación de tipo mediterráneo, posee efectos beneficiosos para la salud.
Favorece el desarrollo de una “buena” microbiota, especialmente gracias a su riqueza en nutrientes prebióticos (fructooligosacáridos FOS) y en fibras (legumbres, frutas y verduras frescas).
Detecte las señales que indican una disfunción
Las bacterias se alimentan de los elementos nutritivos aportados por nuestra alimentación. Una buena alimentación es, por tanto, un factor que favorece la salud de la microbiota. Este ecosistema favorece a su vez las diferentes funciones fisiológicas vitales del organismo: defensas inmunitarias, metabolismo y síntesis de vitaminas.
Dadas sus interacciones con todo el organismo, existen señales visibles de las disfunciones de su segundo cerebro. Este último puede estar alterado cuando siente:
- Trastornos digestivos (tránsito acelerado o lento, hinchazón, dolores abdominales).
- Trastornos infecciosos (ORL, urinarios y vaginales, bronquios y pulmones).
- Aumentos de peso rápidos y a priori inexplicables.
- Manifestaciones de alergia: un eczema atópico, asma, una rinoconjuntivitis alérgica.